Título: Ritos iguales.
Autor: Terry Pratchett.
Año de publicación: 1987.
Editorial: Debolsillo.
Saga/Autoconclusivo: Serie “Mundodisco”, Saga de “Las
brujas” (1/6)
Nº de páginas: 268.
P.V.P: 9,95€.
Puntuación
media: ★★★★★★★★✩✩
(8,4/10)
-Trama: ★★★★★★★✩✩✩
-Personajes: ★★★★★★★★★✩
-Longitud: ★★★★★★★★✩✩
-Estructura y construcción del
mundo: ★★★★★★★★★★
-Opinión personal: ★★★★★★★★✩✩
“Aparece a lo lejos,
en la parte superior, más grande que el más grande de los acorazados estelares
nacidos de la imaginación de un cineasta con un productor generoso: una tortuga
de quince mil kilómetros de largo. Es Gran A´Tuin, uno de los escasos
astroquelonios en un universo donde las cosas no son tanto como son sino como
la gente imagina que son, y lleva sobre su caparazón mellado por los meteoritos
a cuatro elefantes gigantes, los cuales transportan sobre sus inmensos lomos la
enorme rueda del Mundodisco.”
Así
comienza esta magnífica—caótica y
desternillante—historia, siempre haciendo referencia a uno de las más
extrañas y raras criaturas: un astroquelonio de 15.000 kilómetros de largo,
sobre cuyo lomo se encuentran cuatro titánicos elefantes, que a su vez
transportan sobre sus enormes lomos la rueda del Mundodisco, que recorre un
universo donde las cosas no son tanto como son sino como la gente cree que son.
En
esta historia un mago a punto de espicharla cede sus poderes al octavo hijo de
un octavo hijo, pero casualidades de la vida, este resulta ser una niña, y como
todo el mundo sabe, las mujeres no pueden ser magos, ni los hombres brujas —donde se habrán quedado los derechos
igualitarios ¿eh? — pero como nueve de cada diez veces, lo que ha sido
importa bien poco, por que a ver quién para los pies a una bruja que domina la
cabezología y a una chica que es bruja y al mismo tiempo mago, y porque
no, un báculo que va a su propia bola.
Como
tema principal—dejando de lado toda la
magia, el caos y las hormigas que podamos encontrarnos por el camino— nos
damos de lleno con la igualdad de derechos
—no por nada el libro se llama en su versión original “Equal rites” que suena
igual que “Equal rights” —Como siempre se nos presenta una serie de normas,
tradiciones, leyes o sucedáneos eufemísticos donde te dicen que tienes o no que
hacer. Pero como no es mundo corriente, sino que es el Mundodisco, al mismo
tiempo que existen esas “ideas”, también hay otras que se las pasan por el
forro, aunque al principio sean un tanto duras de mollera, pero en cuanto a una
bruja le dicen lo que tiene que hacer, que menos que llevarles la contraria ¿no
os parece? —aunque bien pensado nadie
gana en miradas a una bruja, salvo quizás las cabras—
Otra
de las sátiras de este famoso autor inglés, es la referente al trato de la
magia en otras novelas del género. Por una parte nos encontramos a los Magos,
que invocan demonios, lanzan rayos y fuego por doquier mediante la “jometría”,
mientras que las Brujas, son como una especie
de matrona que no han sido capaz de cazar marido y ya se les ha pasado
el arroz, por lo que tienen que conformarse con sus sombreros cónicos, sus
hierbas y sus verrugas —si tiene la
suerte de tenerlas— con la
cabezología como único poder aparente.
Pero
cuando importa de verdad, las brujas tienen la misma fuerza e incluso más que
los magos, solo que su filosofía se basa en: por que no dejar al mundo tranquilo, y tratamos de cambiar a las
personas.
Con
lo que demuestra que la única diferencia entre magos y brujas es su forma de
usar ese poder al que tienen acceso.
Como
no, no podría ser una novela de Sir Terence David John Pratchett sin la
presencia de la amenaza cósmica, un cataclismo de proporciones inhumanas—aunque importa bastante poco para que
mentir—. Como siempre, la soluciona prácticamente aparece por si sola, de una
forma tan sencilla que uno piensa como no se ha tropezado con ella ni ha notado
sus dientes en la espinilla izquierda.
Con
el primer libro de la “saga de las brujas” nos encontramos con una aventura
mucho más calmada, a diferencia de “El color de la magia” o “La luz fantástica”
que se basaban en persecuciones, huidas, dragones imaginarios, barbaros sin
dientes y un turista un poco “pintoresco”. En este libro vemos de primera mano
los mitos más brujiles, la escoba, la bola de cristal y los ungüentos milagrosos,
pero también vemos la versión más antigua, la de los mitos de Pan, de
conocimientos sobre la naturaleza y las personas— a veces más testarudas que las propias piedras—
En
cuanto a la cabezología que menos que decir que es la forma más realsita de
destrozar todo mito, un sombrero es un sombrero de bruja porque lo lleva una
bruja y una bruja es bruja porque lleva un sombrero de bruja. Esta pescadilla
que se muerde la cola es una fuente de filosofía de tal calibre que te hace
preguntar si la humanidad es una criatura inteligente en verdad, y no solo un
simio parcialmente calvo que por una probabilidad de una entre millones—cifra que se ha demostrado que se cumple en
nueve de cada diez veces, acreditado por los magos de la Univerdad Invisible,
nada menos—
Y
por esta vez, dejamos aquí esta reseña, y avisar que no es necesario leer los
libros en un orden concreto—existe un
orden al que han dedicado horas personas albinas que viven prácticamente
pegados a unas pantallas brillante, pero como todo en el Mundodisco, puedes
pasártelo por el arco del triunfo—.
En el fondo pueden leerse en cualquier orden, siempre que se tenga en cuenta un
pequeño detalle: lo mejor es leerlos todos.
“Un lugar así, un lugar que existe sólo
porque los dioses también tienen sentido del humor, debe de ser un mundo en el
que la magia puede sobrevivir. Y también el sexo, por supuesto.”
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