Título:
La fábrica creátor.
Autor:
Patricia García-Rojo.
Año
de publicación: 2008.
Editorial:
Berenice.
Saga/Autoconclusivo:
Saga “Los portales de Éldonon” (1/4).
Nº
de páginas: 323.
P.V.P:
16,10€
★★★★★ Antes de nada, no os dejéis engañar por la sinopsis
de la trasera del libro, este libro va mucho más allá, sin necesidad de
parecerse a libros como “Harry Potter” o “Memorias de Idhún”. Siendo sincero,
es uno de los libros que me hubiera gustado leer en el colegio (de forma
voluntaria, por supuesto, aunque eso ya es otro tema), es un canto a la
libertad, a la infancia y a la imaginación más pura.
A
pesar de que lo pillé un poco a destiempo, significó un antes y un después en
cuanto a literatura juvenil se trataba. Para mi este libro rompe con todo lo
que había leído hasta entonces. No es usual encontrarse un libro de fantasía
moderna juvenil y además en español, no dudo de que los haya, pero por
desgracia ese tipo de literatura no esta muy presente en España, casi siempre
se ven éxitos extranjeros y las sagas de libros interminables que se hacen como
rosquillas.
Y
como curiosidad añadida (así de gratis), decir que Patricia García-Rojo, tiene
una forma peculiar de dar a conocer sus historias y que así tengan más
facilidad para que lleguen a publicarse, y no es otra que presentar sus historias
a concursos y certámenes de narrativa, que, aunque no se ganen, al menos podrás
hacer que alguien del mundo de las editoriales lo lea y al menos haga un informe
sobre ello.
Pero
pasemos a lo que nos incumbe, que es la reseña de “La fábrica Creátor” de
Patricia García-Rojo.
“Cuando Carlos cumple
doce años, sus padres le hacen el más sorprendente regalo que ningún chico haya
soñado: le revelan que ellos son los guardianes de Éldonon y que le ha llegado
el momento de su iniciación en aquel país. Carlos conocerá a los creátor, los
imaginatos, los somnios y los musa, y se enfrentará a innumerables peripecias
en el lugar donde se crean las sirenas, los dragones o los vampiros, y desde
donde son introducidos en nuestra realidad. Junto a sus compañeros de la
Fábrica Creátor, tendrá que enfrentarse a un crimen que los adultos no han sido
capaces de evitar. ¿Bastará con el poder de la imaginación para resolverlo?”
Aunque
la sinopsis deja un poco que desear, da los primeros pasos para introducirnos en
este nuevo y fascinante mundo, capaz de embelesar a pequeños y mayores.
Es
una historia fresca, nueva, con un dinamismo tal que hizo casi imposible dejar
de leerlo de un tirón, pues tiene la mezcla perfecta de historia, misterio,
diversión, aventura, dramas y giros, consiguiendo que me lo acabase en un par
de días. Tiene el tamaño justo para meterse de lleno en la trama sin necesidad
de dedicarle días y días a su lectura, lo que lo hace perfecto para un publico
que se esta iniciando en los camino de la lectura.
Otro
de los puntos fuertes que tiene esta historia, no es otro que la imaginación que
desborda por los cuatro costados. A pesar de que emplea personajes típicos de la
literatura de toda la vida, consigue darle un nuevo punto de vista, un aire
nuevo, que, junto con la miríada de criaturas, objetos y personajes propios,
consigue que no caiga en los clichés típicos de la fantasía más común.
Y
no solo eso, consigue introducir la parte mala de la creatividad, con las
pesadillas, los monstruos que esperan debajo de la cama o en un sótano oscuro y
húmedo. No deja de lado esta parte tan fundamental de la fantasía, y lo une con
el lado bueno, evitando así los pastiches sentimentalistas y edulcorados para los
infantes. Y, aun así, a la oscuridad más profunda, consigue insuflarle cierta
aura de valentía, esperanza y fuerza, lo que le otorga aún más nivel como novela.
En
definitiva, es un libro tan dulcemente y a la vez tan astuto, que te encandila
desde el primer minuto y que te sumerge en una calidez que invita a leerlo
enrollado en una manta y con un té calentito a tu lado.
Pero
como todo, este libro tiene también alguna que otra pega, si bien pasa desapercibido
entre las bondades de esta historia.
En
el caso de la imaginación , tan importante en la trama, puede llegar a resultar
algo caótica en ciertas ocasiones, como la aparición de objetos de un potencial
increíble, normas que se anulan o se modifican sin orden aparente… Pero creo
que esto es más debido a la edad con la que tropecé por primera vez con esta
historia, y que yame pillaba en un eje un tanto desfasado para haberla
disfrutado todo lo plenamente que pudiera haberlo hecho si lo hubiese leído con
unos doce años.
Y
como siempre, mis críticas casi van al 100% hacia el final, que siempre tengo
la sensación de que es muy apresurado, de que toda la trama, toda la
profundidad, daban la sensación de necesitar un final más largo. Y al mismo
tiempo, el final no cierra la trama como tal, sino que, debido a la presencia
de otros tres libros necesarios para acabar la trama, consigue que tenga la
necesidad imperiosa de leer el resto seguidos al primero, para así encadenar la
historia, evitando dejar el final abierto que se nos muestra, debido a que el
cierre de esta trama es como las ultimas palabras de un capítulo, que da pie a
otro a continuación.
También,
teniendo en cuenta el nivel que ha supuesto esta novela en mi nivel personal,
tengo miedo a que el resto de la saga no este al mismo nivel que este, ya que
al otorgar tales dones a un libro te arriesgas a que los demás no cumplan con
las expectativas puestas en los demás al compararlos con este primer tomo.
Por
último, tengo que mencionar que el uso de la imaginación como fuerza motriz de
la novela, al igual que con las novelas que se sirven de la magia como sistema
de poder, tiene la tendencia a presentar ciertos “deus ex machina” a lo largo de
toda la cronología de la novela. Si bien es cierto, en este libro son escasos y no afectan mucho
a la trama principal, ya que se trata más de apoyos que de la solución totipotente
de la trama principal, cosa que es digna de mención.
En
definitiva, es una historia redonda, completa y maravillosa para todas las
edades, pues la imaginación no tiene limite de edad, ya que, la humanidad sin imaginación
no sería más que una sombra gris y pálida que se limitaría a existir como haría
una piedra o una vaca tumbada sobre un prado, sin ver más allá de su propio
hocico.
La
recomendación de esta novela está implícita en toda la reseña, pero por si
acaso peco de exceso de sutileza, os lo digo directamente. Es una novela que
merece al pena leer, disfrutar y regalar a todos vuestros conocidos, a los que
amen los libros, la imaginación por encima de todo y para iniciar a nuevos
seguidores de la letra impresa, por lo que leerla, seguir a la autora y promover
que pueda publicar aún muchas más joyas como esta.
Y
aquí me despido, al menos hasta la próxima reseña, leed e imaginad, pues no hay
nada más bello que un libro siendo leído…
“-¿No puedes verlo, verdad? - preguntó Carlos sintiendo cómo la
energía fluía a través de él gobernando a la criatura-. Es demasiado pequeño, pasa casi
desapercibido, pero está en todos los lugares, en casi todas las personas, pero
en ti no, ¿verdad? Tú no has creado nada aterrador que haga que los dragones se
lancen contra ti, no has creado nada porque eres un cobarde, te aprovechas de
las creaciones de los demás para servir a Igua, pero Igua no está contigo
ahora. Le das igual-sentenció
Carlos lanzando más energía a su criatura.
-¿Qué
es? -gritó
Maximus temblando desde el suelo.
-Es
algo que hace desaparecer el miedo, algo que se lo come, un ser poderoso y
fuerte alimentado de valor y hambriento de oscuridad. Un devorador de
pesadillas que va a comerse al demonio del miedo de un solo bocado.”
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