¿Por qué un libro? ¿Para qué
leer, en definitiva, si es aburrido? Las personas tienen por costumbre (por
suerte no todas) considerar los libros como objetos aburridos, que no aportan
nada y que encima exige esfuerzo.
Me he encontrado con estas
coletillas mas veces de las que me gustaría reconocer. El mundo siempre ha
tenido esa opinión, pero por suerte esto está cambiando. El común de los
mortales seguirá sin leer, eso es inevitable, pero cada vez mas personas
descubren los placeres de la literatura.
Esto es probablemente por las
redes sociales y el marketing detrás de los libros, lo que ha propiciado su
normalización, así como la introducción masiva de literatura juvenil en el
mercado editorial.
Aun así, la mayor parte de los
niños, siguen teniendo esa sensación de obligación y hastió provocada por los
libros que tuvieron que leer en el colegio, de forma obligatoria. Reconozco que
esos clásicos deben ser conocidos, pero según mi propia experiencia esto se
realiza de una forma algo atragantada, y que acaban provocando un rechazo hacia
la literatura en general.
Dejando de lado estos conflictos,
los libros son mucho más que los clásicos con los que nos atacaban los
profesores de lengua y literatura. Aunque gracias a ciertos profesores esto no
me hizo abandonar los libros por culpa de unos pocos, que, a parte de los
clásicos obligatorios, me dieron acceso a muchos libros que en realidad me
podían gustar, y que me animaron a seguir leyendo (gracias a los hados).
Los libros no son solo páginas,
para mi eso solo es el principio, la punta del iceberg de todo lo que me han
ofrecido a lo largo de mi vida.
Son puertas hacia mil lugares,
con mil respuestas que siempre se relacionaban de alguna forma conmigo (me ha
pasado más de una vez).
¿Qué es un libro? Para mi un
libro, es imaginación, magia, misterio y experiencia. La imaginación se
enciende cuando leo un libro, veo montañas y ciudades, reinos y lugares
perdidos. Me han servido de barrera contra el mundo, cuando no me sentía bien.
Me han hecho compañía, me han animado, hecho reír y pasar el tiempo cuando me
aburría.
No pretendo convencer a nadie con
esto, sería una estupidez criticar a esas personas que meten por el gaznate
libros a niños, y luego pretender lo mismo. La libertad de lectura es uno de
los pilares del lector, algo indispensable para disfrutar totalmente de lo que
nos ofrecen.
Cualquier libro puede ser el
detonante, el que prenda la llama de la pasión por los libros, por leer y
comprender más. Así que busca, si no te gusta leer, un libro que te llame, no
busques opiniones, piensa por ti mismo, déjate guiar por tu instinto y coge ese
libro o ese comic y disfrútalo, no se puede pedir más.
No escuches a los que tildan a
ciertos géneros, tachándolos de inservibles, indignos de su título. Lee y
piensa y sueña. Conoce a Peter Pan, acompaña a Alicia, lucha contra piratas, se
un mago, un caballero o un ladrón. Vive mil vidas, conoce y experimenta,
disfruta de cada trazo en el papel. Investiga con Poirot o revive la historia.
No esperes que te lo den todo masticado, que te sirvan imaginación rápida y
fría, alimenta la tuya propia, hazla crecer. Hay miles de libros, estoy seguro
de que uno, al menos uno de ellos, es el indicado para ti. Da el paso, escoge
un libro y adéntrate en un lugar totalmente nuevo.
Y si por mala suerte no ha sido
tu libro, coge otro, dales una y mil oportunidades más, pues en cuanto descubras
ese libro, todo habrá cambiado, no serás el mismo. Con cada libro algo en ti
despertará, tiñendo el mundo de colores y sonidos nuevos.
No me imagino un mundo sin
libros, sin nuevas historias que descubrir, que disfrutar…Sin duda sería un
mundo peor, más gris y pálido.
Que serían las tardes lluviosas
sin libros, acompañados o solos, en la playa, en la cama, en un viaje. Siempre
están ahí y no piden nada a cambio, solo ser leídos y disfrutados. Regala un
libro, a un amigo o a ti mismo. No hay regalo más impersonal y personal al
mismo tiempo.
Pero lee, nada más, lee, disfruta
y aprende de ellos.
¡Por favor! ¡Lee!.
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