¿Segundas partes nunca fueron
buenas?¿Lo bueno si breve…? En definitiva, ¿Sagas o autoconclusivos?
Siempre ha existido este
“enfrentamiento” entre las sagas interminables o libros con un principio y un
final definitivo entre las tapas de un solo libro.
Teniendo en cuenta mi
predilección por la literatura fantástica, esto viene marcado por una mayor presencia
de sagas que de libros únicos, aunque como en todo, siempre hay excepciones. En
la fantasía, tanto clásica como moderna, siempre abundan las sagas, y no
siempre acertadas.
En muchos casos, las sagas han
sido formadas solo con la idea del factor económico, tanto para el autor como
para las editoriales. Muchas de esas sagas, podrían haberse comprimido en un
solo tomo, ahorrándonos dinero y espacio finito del que disponemos los que
habitualmente compramos libros.
Con los autoconclusivos, sin
embargo, todo esto se elimina, ocupando mucho menos espacio y costando
normalmente menos, salvo excepciones.
Y el caso es que pasamos de
novelas extensas, porque en la fantasía uno difícilmente puede escribir un
“buen” libro sin que sobrepase el peso límite que soportan los brazos del
lector. Si bien es cierto, las primeras sagas de fantasía (las que yo conozco
al menos) son largas y densas, llenas de datos, canciones, mapas y detalles
exageradamente complejos. En cambio, en las sagas mas actuales, se ve que
simplemente la cantidad ingente de páginas y libros no es necesaria, muchas
veces se rellena con paja o se estira con la intención de poder dividirlo en
mas libros.
Esto no se si será cosa de los
escritores o de las editoriales (no he tenido muchas relaciones con ellas),
pero esta claro que las sagas han perdido fuerza, debido a esa longitud
desmesurada.
Quien no se ha encontrado con
alguno de los tomos de una saga en una librería de segunda mano, pero por
desgracia, aunque el libro despierta el interés, no ha sido posible encontrar
el primer tomo de la misma, sin el cual, todos los tomos prácticamente quedan
vetados de nuestra lista de lecturas.
Porque esa es una de las peores
cosas que tienen las sagas, el encadenamiento necesario entre un tomo y el
siguiente, prácticamente obligando a comprar los demás tomos (en el caso de que
quieras seguir leyéndolos).
Y que me decís de esas sagas que
sobrepasan las dos cifras de libros, dentro de una misma saga (que no dentro de
una serie de libros). Como en el caso de la saga de “La espada de la verdad” de
Terry Goodkind (que, aunque se puede tomar como una serie de libros, en mi
opinión poseen demasiados hilos unidos para considerarse otra cosa que una
saga) o la saga de “La rueda del tiempo” de Robert Jordan y Brandon Sanderson.
Cuando elijo un nuevo libro, al
menos últimamente, me siento intimidado por estas sagas kilométricas, que
aunque sean los mejores libros jamás escritos, la cantidad de libros hace que
me de respeto comenzar con una saga de tal calibre, sobre todo teniendo en
cuenta mi necesidad de acabar una saga una vez la comienzo, aunque en la
mayoría de los casos se me acaban atragantando al leer varios libros de una
misma saga, consiguiendo que desista varias veces, hasta que por fin pueda
acabarla.
Otra de los puntos flojos de las
sagas es que si encontramos el primero o los primeros de una saga y nos
apasionan, y decididos a encontrar los siguientes, nos damos de bruces con que
por cuestiones varias no han sido publicados los siguientes tomos, o en su
defecto, que estén publicados pero en otro idioma (que en si no es un problema
pero si dificulta su lectura) y que hacemos cuando nos pasa esto, seguimos con
una saga que nos ha encantado pero que tenemos que leerla en otro idioma o
desistimos y pasamos a otro tema.
Y por no hablar de las sagas
inconclusas, esas sagas que las pillamos a mitad de camino y tenemos que
esperar meses y años hasta que publiquen el ultimo tomo, como con la “Crónica
del asesino de reyes” de Patrick Rothfuss o “Juego de tronos” de George R. R.
Martin. Todas estas poseen la posibilidad de que se vean interrumpidas por edad
o enfermedad.
Aunque permiten un mayor
desarrollo de la trama, debido a su longitud, también pueden sobrepasarse a si
mismas, como ocurre en Harry Potter, provocando que su influencia se extienda y
que, por desgracia, trate de extenderse, ya no solo con libros, sino a otros
ámbitos como películas y guiones. En definitiva, yo creo que no todas las sagas merecen llamarse asi y que hay sagas que merece la pena descubrir porque han recibido ese nombre.
Aunque en mi caso, los libros que
me gustan, quiero que se alarguen sin límite, aunque esto suele ser un error. Últimamente
prefiero ocupar mi tiempo entre sagas leyendo libros autoconclusivos para
oxigenarme, y evitar que las sagas se atasquen y acaben cogiendo polvo.
Por ejemplo, en el caso de la
serie del Mundodisco, los libros que la forman (al menos todos) pueden ser leídos
independiente en casi todos los casos, pero siempre dejando una mínima unión
entre todos (que ocurren en el mismo mundo)
Aun así, tanto sagas como
autoconclusivos son libros, y como tal, esta en manos del lector decidir que
prefieren, si sagas o autoconclusivos. ¿Qué prefieres tu?
“Ante ciertos libros, uno se
pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué
leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran".
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