domingo, 13 de enero de 2019

Sagas Vs. Autoconclusivos



¿Segundas partes nunca fueron buenas?¿Lo bueno si breve…? En definitiva, ¿Sagas o autoconclusivos?


Siempre ha existido este “enfrentamiento” entre las sagas interminables o libros con un principio y un final definitivo entre las tapas de un solo libro. 


Teniendo en cuenta mi predilección por la literatura fantástica, esto viene marcado por una mayor presencia de sagas que de libros únicos, aunque como en todo, siempre hay excepciones. En la fantasía, tanto clásica como moderna, siempre abundan las sagas, y no siempre acertadas.


En muchos casos, las sagas han sido formadas solo con la idea del factor económico, tanto para el autor como para las editoriales. Muchas de esas sagas, podrían haberse comprimido en un solo tomo, ahorrándonos dinero y espacio finito del que disponemos los que habitualmente compramos libros.

Con los autoconclusivos, sin embargo, todo esto se elimina, ocupando mucho menos espacio y costando normalmente menos, salvo excepciones.


Y el caso es que pasamos de novelas extensas, porque en la fantasía uno difícilmente puede escribir un “buen” libro sin que sobrepase el peso límite que soportan los brazos del lector. Si bien es cierto, las primeras sagas de fantasía (las que yo conozco al menos) son largas y densas, llenas de datos, canciones, mapas y detalles exageradamente complejos. En cambio, en las sagas mas actuales, se ve que simplemente la cantidad ingente de páginas y libros no es necesaria, muchas veces se rellena con paja o se estira con la intención de poder dividirlo en mas libros. 


Esto no se si será cosa de los escritores o de las editoriales (no he tenido muchas relaciones con ellas), pero esta claro que las sagas han perdido fuerza, debido a esa longitud desmesurada.


Quien no se ha encontrado con alguno de los tomos de una saga en una librería de segunda mano, pero por desgracia, aunque el libro despierta el interés, no ha sido posible encontrar el primer tomo de la misma, sin el cual, todos los tomos prácticamente quedan vetados de nuestra lista de lecturas.


Porque esa es una de las peores cosas que tienen las sagas, el encadenamiento necesario entre un tomo y el siguiente, prácticamente obligando a comprar los demás tomos (en el caso de que quieras seguir leyéndolos).


Y que me decís de esas sagas que sobrepasan las dos cifras de libros, dentro de una misma saga (que no dentro de una serie de libros). Como en el caso de la saga de “La espada de la verdad” de Terry Goodkind (que, aunque se puede tomar como una serie de libros, en mi opinión poseen demasiados hilos unidos para considerarse otra cosa que una saga) o la saga de “La rueda del tiempo” de Robert Jordan y Brandon Sanderson.


Cuando elijo un nuevo libro, al menos últimamente, me siento intimidado por estas sagas kilométricas, que aunque sean los mejores libros jamás escritos, la cantidad de libros hace que me de respeto comenzar con una saga de tal calibre, sobre todo teniendo en cuenta mi necesidad de acabar una saga una vez la comienzo, aunque en la mayoría de los casos se me acaban atragantando al leer varios libros de una misma saga, consiguiendo que desista varias veces, hasta que por fin pueda acabarla.


Otra de los puntos flojos de las sagas es que si encontramos el primero o los primeros de una saga y nos apasionan, y decididos a encontrar los siguientes, nos damos de bruces con que por cuestiones varias no han sido publicados los siguientes tomos, o en su defecto, que estén publicados pero en otro idioma (que en si no es un problema pero si dificulta su lectura) y que hacemos cuando nos pasa esto, seguimos con una saga que nos ha encantado pero que tenemos que leerla en otro idioma o desistimos y pasamos a otro tema.


Y por no hablar de las sagas inconclusas, esas sagas que las pillamos a mitad de camino y tenemos que esperar meses y años hasta que publiquen el ultimo tomo, como con la “Crónica del asesino de reyes” de Patrick Rothfuss o “Juego de tronos” de George R. R. Martin. Todas estas poseen la posibilidad de que se vean interrumpidas por edad o enfermedad.


Aunque permiten un mayor desarrollo de la trama, debido a su longitud, también pueden sobrepasarse a si mismas, como ocurre en Harry Potter, provocando que su influencia se extienda y que, por desgracia, trate de extenderse, ya no solo con libros, sino a otros ámbitos como películas y guiones. En definitiva, yo creo que no todas las sagas merecen llamarse asi y que hay sagas que merece la pena descubrir porque han recibido ese nombre.


Aunque en mi caso, los libros que me gustan, quiero que se alarguen sin límite, aunque esto suele ser un error. Últimamente prefiero ocupar mi tiempo entre sagas leyendo libros autoconclusivos para oxigenarme, y evitar que las sagas se atasquen y acaben cogiendo polvo.


Por ejemplo, en el caso de la serie del Mundodisco, los libros que la forman (al menos todos) pueden ser leídos independiente en casi todos los casos, pero siempre dejando una mínima unión entre todos (que ocurren en el mismo mundo)


Aun así, tanto sagas como autoconclusivos son libros, y como tal, esta en manos del lector decidir que prefieren, si sagas o autoconclusivos. ¿Qué prefieres tu?

“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran".


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