Título: Dirk Gently. Agencia de
investigaciones holísticas.
Autor: Douglas Adams
Género: Ciencia ficción, fantasía, comedia.
Año de publicación: 1987
Editorial: Anagrama.
Saga/Autoconclusivo: Saga (1/3)
Nº de páginas: 262
P.V.P: 17,00€
★★★✩✩ Tras haber acabado el libro, sigo sin saber muy bien cómo
podría describirlo para que resultase claro, pero al mismo tiempo pienso,
quizás no es un libro claro, sino que mas bien sea todo un caos preestablecido,
que nos vuelve del revés, nos retuerce los tendones y cuando volvemos a ser los
de siempre (si es que eso es posible), no sabemos dónde es arriba o si un gato
puede estar vivo, muerto, o cansado de tanto experimento…
Así que para evitar darle un orden al desorden, procederé a
realizar una descripción lo más rocambolesca posible, como el director de un
circo venido a menos, que trata de atraer y engatusar al público, con su bestia
mas horripilante, extraña y exótica, solo que en mi caso es un libro, que
parece lo que es y al mismo tiempo es otra cosa, conectado por atrás y por
delante, donde los caballos son sensatos, la fe es algo pasajero y las
coincidencias no son mas que un conjunto de sucesiones que pueden parecer
totalmente arbitrarias e invisibles a simple vista pero totalmente serias y lógicas
a un nivel cuántico de la realidad.
Es una novela compleja y a la vez muy simple, puedes
rebuscar tras cada palabra y referencia, para tratar de sacar conclusiones
cimentadas y bien plantadas, pero creo que ese no es su propósito (si tiene
alguno). Prefiero creer (al menos durante mas de 5 minutos) que está escrito
especialmente para trastocar la forma de pensar del lector, de presentarle una
serie de hechos o historias aparentemente aisladas entre sí, pero que, por
algún motivo, tienen una relación.
La historia nace con una serie de partes separadas, pero a
medida que avanza la trama la urdimbre se cruza y entremezcla hasta que todo
empieza a desenrollarse por sí mismo.
Aunque al final te vuelva a dar otra vuelta de rosca y te
deje como al principio, sin saber que has leído y como has podido llegar hasta
ahí. El final no pretende ser cerrado ni mucho menos. Donde en las historias
normales los hilos terminar de formarse según un esquema previo, dando lugar a
un tapiz relativamente claro, aquí se da lo contrario, donde debería haber un
final, solo hay desconcierto, el misterio parece envolverse de nuevo en si
mismo, aunque la historia en si finalice, no te dice como, o al menos no lo
dice a ojos vista.
En mi opinión es un libro estupendo, que parece que se toma
a broma a si mismo, pero que por debajo intuyo que existe una finalidad, sea la
que sea.
En ningún momento quiero decir con esto que todo acabe
mezclado y confundido, pero sí que no te deja sentir que la historia tiene al
final su lógico, su propósito es leer una historia extraña, loca y misteriosa a
la par.
De un ritmo variable, casi unido a la trama en sí, con una
parte que parece densa como el hormigón armado, donde sus personajes parecen
algo aburridos, secos y peculiares, pero con otras partes móviles y articuladas.
Y para acabar, que no se me dan bien las despedidas
(imaginaos que agito un pañuelo blanco mientras os alejáis en un tren
victoriano) recomiendo encarecidamente, como un religioso en pleno éxtasis
místico, que leáis esta novela, al menos para salir del canon de una novela
seria y respetada.
“Los caballos siempre se enteran de muchas más cosas de lo
que dan a entender. Resulta difícil que otra criatura los monte durante toda la
jornada, cada día, sin que se formen una opinión de ella. Por otro lado, es
perfectamente posible montar toda la jornada, otra criatura y no pensar en ella
ni un momento”.
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