Título: Fablehaven. Los secretos de la reserva de dragones.
Autor: Brandon Mull
Año de
publicación: 2009.
Editorial: Rocaeditorial.
Saga/Autoconclusivo:
Saga “Fablehaven” (4/5)
Nº de páginas: 453.
P.V.P: 20,00€
★★★✩✩ Como no podía ser de otra manera, hoy os traigo con
“Los secretos de la reserva de dragones”, la reseña del cuarto libro de la saga
“Fablehaven”. Si no lo has leído o lo vas a leer por primera vez, puede que
ciertos patrones te pasen desapercibidos, pero tras varias lecturas, puedo
decir con total franqueza, que a pesar de que me encanta la saga, este libro
tiene más puntos bajos que altos, a pesar de que en ciertos aspectos destaca un
poco por encima de los demás.
Como
ya expliqué en reseñas anteriores, la progresión sigue presente, pero en este
libro me da la sensación de que ese proceso de profundización se da a
trompicones. Me explico, todo el trasfondo del mundo fantástico siempre se ha
mostrado con cuentagotas, pero al mismo tiempo, se hallaba integrado en la
misma trama, mientras que aquí, me he encontrado con datos metidos un poquito
con calzador, como si parasen la trama para contarte algo. Me gusta
excesivamente que te den datos del mundo, la historia del mismo e incluso sobre
nuevas criaturas, pero a mi entender debería ser más sutil.
Recordemos
que, en tomos pasados, el autor se apoyaba en la inexperiencia en ese mundo de
los protagonistas, permitiendo así una mayor interrelación entre lector y
personajes principales. Sin embargo, aquí consigue que a veces, nos salgamos un
poco del ritmo de lectura, cosa que me irrita. Por suerte no es habitual en la
trama, solo en pequeños puntos esparcidos a lo largo y ancho de las páginas.
En
cuanto a los protagonistas, debo decir que, en este libro, Kendra, queda un
poco al margen (sigue teniendo sus escenas de desarrollo), en deferencia de su
hermano Seth. Da la sensación de que la historia pasa a centrarse en el chico y
en la unión con su hermana, cuando en las demás novela, la que poseía mas
protagonismo era Kendra. No lo tomo como algo malo per se, pero mi predilección
por la chica hace que me choque este cambio.
Reconozco
que esto huele desde lejos a que el autor necesitaba conseguir que el personaje
de Seth tuviera el mismo peso en la trama que su hermana, por que
reconozcámoslo, quien iba a llevar a un niño a misiones peligrosas, eso sin
contar como es Seth de por sí. Por lo que al añadir las “habilidades”
especiales de Seth tomaran un papel protagonista, poniéndose al nivel de su
hermana luminosa, en su versión oscura o sombría. Lo que está claro es que el
autor pretendía hacer de los hermanos una fuerza del bien a tener en cuenta,
tumbando un poco el cliché de que lo luminoso es bueno y perfecto y lo malo
oscuro y retorcido.
Pasemos
al tema con más enjundia, al plato fuerte de esta reseña, que es, ni más ni
menos que la intermitencia en la trama. A diferencia del resto, este libro
posee unos cambios en la urdimbre de la trama que le dejan a uno tiritando de
la impresión. Pasamos de una pequeña aventura, algo pastosa y lenta, a otra,
más lenta y densa.
Tiene
sus momentos de eso no hay duda, pero por regla general nos encontramos con una
novela lenta que intercala algún que otro momento de acción, los cuales, a su
vez, están demasiado comprimidos, lo que a su vez provoca que cueste
disfrutarlos en su totalidad tras unas cuantas paginas lentas a mas no poder.
Es
obvio que esta es una novela puente, que uniría el tercer y quinto libro de la
saga, pero que si se hubiese suprimido tampoco habría cambiado gran caso, a no
ser que se hubiera modificado mucho como para encadenar perfectamente las dos
novelas. Pero sinceramente, es una novela que da la sensación de que fue
escrita para preparar el camino para la ultima parte de la saga, metiendo a
presión todo lo que íbamos a necesitar saber, mitología y cierre de algunas
tramas secundarias, que podrían haber entorpecido otras posteriores (y a mi
parecer mucho mejor escritas, pero claro ya he leído todos y cuento con
ventaja).
Por
último, pero no menos importantes, es las aventuras principales, que en este
caso están ya algo deshilachadas y desgastadas de tanta repetición. Como en
toda la saga hasta ahora, llega un punto en que se deben enfrentar a una serie
de pruebas, peligros y demás situaciones para conseguir un objeto mágico o una
llave en su defecto. Y aunque las situaciones son diferentes (si fuesen iguales
ya sería el acabose) siempre pasa lo mismo. Comenzamos con los personajes que
van sufriendo ataques o debilitándose por el camino tras superar las pruebas,
para acabar con el preciado objeto, y aunque las pruebas y desafíos como tal
son interesantes, además del añadido de detalles más adultos como muertes y
alguna derrota, acaban pareciéndose entre sí.
Las
tramas secundarias, pero que son la base para superar la trama principal de
turno, también parecen cortadas por el mismo patrón. Una persona se enfrenta a
una situación de peligro, porque no le queda otra alternativa, y contra todo
pronostico consigue superarla, haciendo uso de valor, inocencia, etc.
En
definitiva, si quieres leer el ultimo libro (que mejora muchísimo, os lo
aseguro) tenéis que leer este, que a pesar de ser algo lento puede leerse sin
morir en el intento. Asique adelante, busquemos más aventuras, derrotemos y
luchemos por el bien, pues las puertas de la prisión más oscura están a punto
de abrirse y necesitaremos toda nuestra fuerza para hacer frente a la más honda
oscuridad.
“Todos
tenemos dones y habilidades diferentes. Cómo usemos esos dones determina
quiénes somos.”
“Necesito
llevar a cabo un experimento. Y preciso obtener de ti cierta información.
Ayúdame a encontrar las respuestas a mis preguntas y te marcharás a casa. De
inmediato y sin el menor rasguño. Hay quien se precia de ver valentía en
soportar suplicios por una causa. Eso solo tiene sentido cuando la victoria es
posible. Dispongo de medios para extraer contra tu voluntad la información que
preciso de ti. Yo veo sabiduría en quien acepta graciosamente lo inevitable.”
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